Hace 12 años conocí Japón y, desde ese momento, quedé profundamente fascinado. Su cultura milenaria, su arquitectura vanguardista, la ética de trabajo, la gastronomía, la limpieza, la educación.
Junto a tantos otros aspectos me mostraron un país admirable, que inspira respeto y aprendizaje.

Tokio, la metrópoli más grande del mundo, llegó a ser —hace poco más de 30 años— la ciudad más cara del planeta. A principios de los años 90, el valor de los terrenos del Palacio Imperial, superaba el valor de todo el estado de California.
Sin embargo, como ocurre con todos los ciclos económicos abruptos, llegó un periodo de deflación que se mantuvo hasta el impacto global de la pandemia.
Con el cierre de fronteras durante casi tres años, Japón comenzó a experimentar un cambio importante: una inflación moderada, una devaluación del yen. Hoy, Tokio representa una ventana de oportunidades.
El tipo de cambio, la necesidad urgente de apertura migratoria debido a la baja tasa de natalidad, y la solidez de una metrópoli única en su tipo, hacen de Japón un lugar ideal para invertir.
Japón y GDC: una filosofía compartida de perfección y mejora continua
El espíritu japonés, tan enfocado en la mejora continua, en el detalle, en la excelencia y en la perfección de los procesos, se alinea perfectamente con los principios de GDC.
Por ello, este año hemos decidido abrir una oficina en Tokio. Iniciaremos de forma gradual, con un terreno pequeño o un edificio, apostando por un modelo de desarrollo orientado a la renta.
Actualmente, los cap rates (flujo neto anual de rentas sobre el valor de la propiedad) son similares a los de Estados Unidos, lo que representa una atractiva oportunidad de entrada.

Siguiendo nuestra filosofía de trabajo —sin apalancamiento financiero, sin créditos— y siempre priorizando la ubicación estratégica, hemos comenzado la conformación de un pequeño equipo en Tokio.
Sabemos que no será un camino fácil, pero estamos convencidos de que esta será nuestra entrada al continente asiático, una región donde existen algunas de las oportunidades más prometedoras para cimentar los próximos 100 años de nuestra empresa.
Asia como nuevo horizonte: cimentando los próximos 100 años
En GDC Desarrollos creemos en construir con visión de futuro. Ya lo hicimos cuando iniciamos nuestro camino en Perú, un país donde hoy estamos bien establecidos y creciendo con paso firme.
Y lo haremos ahora en Japón, con la misma pasión y compromiso.
Convertirnos en una empresa global no es solo una meta: es una estrategia para ser cada vez más resilientes y más generosos con nuestras oportunidades. Porque al crecer como empresa, también creamos mejores condiciones para cada uno de nuestros colaboradores en el mundo.
Este es solo el inicio de un nuevo capítulo en nuestra historia. Uno que escribimos con visión, con valores, y con la determinación de seguir construyendo futuro.
