En un movimiento que ha generado debate entre ahorradores e inversionistas, la Cámara de Diputados de México aprobó recientemente la Ley de Ingresos de la Federación para 2026, que incluye un incremento en la tasa de retención provisional del Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre los intereses generados por ahorros e inversiones en el sistema financiero.
Esta tasa pasará del 0.5% al 0.9% anual, lo que representa un ajuste significativo en la forma en que se gravan los rendimientos de las cuentas bancarias.
Aunque esta retención es provisional y puede ajustarse en la declaración anual, el hecho de que se cobre automáticamente antes de que el ahorrador reciba sus intereses reduce el atractivo de mantener dinero en el banco, especialmente en un contexto de inflación y tasas de interés variables.
Este cambio, propuesto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) como parte del Paquete Económico 2026, busca alinear la retención con proyecciones macroeconómicas. Sin embargo, para muchos analistas, representa un “impuesto encubierto” que castiga el ahorro formal.
Actualmente, el dictamen ha pasado a revisión en el Senado, con un plazo de aprobación hasta el 31 de octubre de 2025. Si se ratifica, entrará en vigor en 2026, afectando directamente a millones de mexicanos que dependen de sus ahorros para generar ingresos pasivos.
El impacto del aumento del ISR en tus ahorros bancarios
Imagina que tienes $100,000 pesos en una cuenta de ahorro que genera un 8% anual de interés, una tasa común en instituciones financieras reguladas como bancos o SOFIPOs.
Sin el aumento, la retención del 0.5% significaría pagar alrededor de $40 pesos al año en impuestos provisionales. Con el nuevo 0.9%, la cifra sube a $72 pesos, reduciendo tu rendimiento neto.
Aunque podrías recuperar parte de ese monto en tu declaración anual, el cobro automático significa que el banco retiene antes de preguntar, afectando tu liquidez inmediata.
Además, los rendimientos bancarios en México suelen ser bajos comparados con la inflación. En 2025, las tasas de interés en cuentas de ahorro oscilan entre 1% y 11%, pero después de impuestos e inflación (estimada en 4%–5%), el retorno real puede ser mínimo o incluso negativo.
Esto convierte al ahorro bancario en una opción segura, pero poco rentable a largo plazo, especialmente ante este nuevo golpe fiscal.

Por qué los bienes raíces son una mejor alternativa de inversión
Frente a este panorama, invertir en bienes raíces se consolida como una estrategia más inteligente para preservar y multiplicar tu capital. A continuación, te explicamos por qué:
1. Mayor rendimiento potencial
Mientras los ahorros bancarios ofrecen rendimientos fijos pero bajos, los inmuebles generan ganancias dobles:
- Plusvalía, por la apreciación del valor del bien con el tiempo.
- Ingresos por renta, que aportan flujo de efectivo mensual.
En México, la plusvalía anual en propiedades puede superar el 10% al 20% en zonas de alto crecimiento, como Ciudad de México, Yucatán o Querétaro, superando ampliamente las tasas bancarias netas de impuestos.
Por ejemplo, una inversión en un departamento o terreno puede rentabilizarse entre 8% y 15% anual combinando renta y apreciación, incluso después de gastos y mantenimiento. En cambio, los pagarés o certificados bancarios apenas ofrecen un 5% a 10%, y con la nueva retención del ISR, el rendimiento neto será menor.
2. Ventajas fiscales en inversiones inmobiliarias
A diferencia de los intereses bancarios, donde el ISR se retiene de forma automática, en los bienes raíces tienes mayor control sobre tus impuestos.
Puedes deducir gastos como:
- Mantenimiento y reparaciones.
- Intereses hipotecarios.
- Seguros y depreciación del inmueble.
Además, la plusvalía solo se grava al vender la propiedad, y existen exenciones fiscales en casos de vivienda habitual o reinversión.
En otras palabras, no hay cobro anticipado: tú decides cómo y cuándo declarar, lo que optimiza tu carga fiscal frente a la retención bancaria obligatoria.
3. Protección contra la inflación y diversificación
Los bienes raíces son un refugio natural contra la inflación, ya que su valor y las rentas tienden a ajustarse al alza con el tiempo.
En cambio, si la inflación supera tu tasa de interés bancaria, pierdes poder adquisitivo.
Invertir en propiedades —ya sea directamente o a través de FIBRAs inmobiliarias— puede ofrecer hasta 20% de ROI en los primeros años, con menor volatilidad que otros activos financieros.
Si bien los inmuebles requieren más capital inicial, hoy existen opciones accesibles que permiten invertir con montos menores y diversificar el riesgo, como plataformas de inversión inmobiliaria o proyectos fraccionados.
Conclusión: es momento de repensar tu estrategia financiera para inversión.
El aumento de la retención del ISR del 0.5% al 0.9% sobre los ahorros bancarios confirma una realidad: dejar el dinero “durmiendo” en el banco ya no es rentable.
Con impuestos automáticos y rendimientos que apenas superan la inflación, los bienes raíces en México se presentan como una alternativa sólida, rentable y fiscalmente más eficiente.
Si estás considerando diversificar tu portafolio de inversión, acércate a un asesor financiero o desarrolladora inmobiliaria confiable para conocer tus opciones. En un entorno económico cambiante, invertir en bienes raíces es invertir en estabilidad y crecimiento a largo plazo.

